Mientras caminaba por esas estrechas calles desiertas, bajo la tenue lluvia, había comenzado a sentir esa presencia, siguiéndolo,invadiéndolo , penetrando sus pensamientos.. intensa.
Erice, al norte de Sicilia...una ciudad llena de historia, mitos, fantasmas de tiempos inmemoriales. De cuando los fenicios, griegos y romanos adoraban a Astarte, Afrodita, Venus… diversos nombres para el mismo personaje: la diosa del amor . De cuando Hércules que por allí pasaba camino a uno de sus doce famosos trabajos, había dejado su huella peleando contra el rey de turno… de cuando Eneas, en su largo viaje, se había detenido en esa ciudad, para enterrar a su padre, dejando a algunos de sus compañeros en esa tierra. De cuando uno de esos hombres se enamoró de una sacerdotisa del famoso templo de la diosa… del amor prohibido… del destierro a otras orillas.. de las esperanzas rotas…
Siguió caminando… la lluvia lo acompañaba desde que había dejado el bar donde unos minutos antes había hablado con alguien que recién conocía, pero a quien sentía conocer desde hacía siglos… habían compartido el pasado, soñando el futuro… de alguna manera un encuentro de almas. O un dulce toque de la poderosa Venus?
Finalmente llego a la iglesia y a esa torre tan singular… la que había servido de lugar de vigilancia para ver los barcos que se acercaban a la ciudad, arriba del promontorio… ambos edificios habían sido construidos con piedras del antiguo templo…
La lluvia había terminado.. y una suave y persistente neblina invadía todo..
Se detuvo un momento.. algo desde la torre.. un ruido?.. sólo la brisa?
Miró hacia arriba.. lo sintió nuevamente,tan intenso, en su alma..
Temblando, siguió su camino, sabiendo que nada, nunca, volvería a ser lo mismo.. nada!
